Foto Mayte SánchezPara poder cambiar el uso de un mueble ideé una solución, pero necesitaba comprar el material necesario. Parte del material era una viga cuadrada de madera con una longitud de dos metros 40 cm. Aunque no era ni muy larga ni muy pesada,  pero sí incómoda de transportar,  me alegré de poder usar el servicio de corte de madera y convertirla en tres partes de 80 cm. Ahora ya era fácil poder llevar conmigo esa madera. Salí de la tienda con mis tres barrotes bajo el brazo, como si de tres barras de pan extra largas se tratara. Y fue ahí cuando me di cuenta, cómo esta situación representaba perfectamente muchas situaciones de nuestra vida diaria como pueden ser proyectos, estudios, ideas, etc.

Cuántas veces nos enfrentamos a tareas que a primera vista nos parecen imposibles, difíciles y que incluso abandonamos porque no somos capaces de ver por “dónde cogerlas”. En ese momento nos estamos centrando en el todo y, a veces, no queremos ni seguir pensando en una posible solución por lo inalcanzable que nos parece y el agobio que nos puede producir. Nos hemos quedado anclados con nuestro pensamiento en la viga, que puede ser de dos metros, de cinco, de diez o incluso de más.

En este momento es cuando podemos recurrir a nuestro servicio interno de preparación de madera (adaptado a nosotros prefiero usar la palabra ”preparación” en vez de “corte”) y buscar nuestra medida idónea para transportar cómodamente la viga. Para ello, tomémonos el tiempo que necesitemos para contemplar y decidir nuestra medida. El resultado de esos trozos adaptados a nuestra necesidad personal hace que en ese mismo momento veamos que ya sí somos capaces de poder empezar, estemos motivados y la ilusión desplace al pesimismo, agobio o incluso a ese miedo inicial  paralizante. Trocito a trocito vamos completando la tarea hasta que finalmente hayamos sido capaces de finalizarla.

tijeras violetasEs importante que sea a nuestra medida y aceptar nuestras diferencias como mejor base para permitirnos avanzar enfrentando el reto y, una vez completada la tarea, veamos que hemos conseguido aquello que nos parecía imposible. A la vez, posiblemente incluso hayamos atravesado alguno de nuestros límites. Tomemos el tiempo que necesitemos cada uno para ver cómo queremos preparar cada una de esas partes.

Pensemos en algún ejemplo en el que nos haya pasado, en el que nos hayan dicho, vas a ser capaz de llegar aquí y en ese momento hayamos pensado: ¡Imposible! Quizás ni hayamos percibido ese paso a paso, pero así ha sido.

Invito a reflexionar y buscar nuestros propios ejemplos en los que nos ha sucedido esto, porque además nos sirven para darnos cuenta de nuestros éxitos, que rápidamente caen en el olvido.

Si a alguien le apetece compartir alguna ocasión en la que ha usado su servicio de corte de madera invito a participar en el foro y dejar su experiencia que seguro nos sirve a todos y nos ayuda a convivir mejor.

Mayte Sánchez Ballarín,

Psicóloga y Coach

Imagen de http://encarmin.blogspot.com.es/2015_02_01_archive.html