foto autorLa espasticidad es una alteración del sistema motor debida a lesiones del sistema nervioso central, que produce una contracción continua de los músculos. Esta contracción causa una sensación de rigidez o tirantez muscular y va a interferir con la marcha, el movimiento y el habla.

La persona con espasticidad, incluso puede no sentir que la padece cuando esta es mínima, pero puede producirle una gran alteración en su calidad de vida cuado es muy intensa.

La espasticidad puede ser intensificada por:

  • Infecciones (especialmente las infecciones de orina).
  • Dolor de cualquier tipo,
  • Heridas en la piel,
  • Fiebre,
  • Una vejiga llena,
  • Vestimenta apretada o incómoda,
  • Estreñimiento,
  • Posturas de los miembros anormales y mantenidas,
  • Estrés, enfado, ansiedad,
  • Temperaturas ambientales extremas.

Para el adecuado manejo de la espasticidad no solo hay que seguir un buen tratamiento farmacológico, quirúrgico, fisioterapéutico etc, si no que se deberán de realizar medidas que eviten los desencadenantes anteriores.

puesta de solEl clima puede cambiar la intensidad de la espasticidad. Así en los ambientes fríos de invierno puede haber un empeoramiento de dicho síntoma con la aparición más frecuente de calambres” musculares”.

 En verano un aire acondicionado demasiado potente puede hacer el mismo efecto, sobre todo cuando se pasa de una temperatura de la calle alta a un lugar con una temperatura hasta la mitad más baja. Sería conveniente mantener el aire acondicionado a una temperatura no inferior a 23 ó 24 grados. A esta temperatura y con una vestimenta ligera se produce una sensación de bienestar y no va a empeorar la espasticidad.

La persona que  tiene espasticidad, cuando realiza un movimiento,  los músculos no se contraen de manera equilibrada. Unos se contraerán, de manera anómala, más que otros. Este desequilibrio en la contracción muscular dará lugar a una mayor cansancio y sensación de fatiga. Cuando la temperatura ambiental o corporal (fiebre) es alta esta sensación de cansancio va a intensificarse. Incluso puede aparecer desde media mañana e irse acrecentado conforme avanza el día. Al final de la tarde la dificultad para moverse o caminar puede hacer que estas actividades no se puedan realizar.

Para evitar que este cansancio o sensación de laxitud nos amargue el verano, existen unas  sencillas normas:

  • Realizar las actividades que requieran más esfuerzo físico, a primera hora de la mañana o a última de la tarde, evitando las horas centrales del día de más calor.
  • Beber abundantes líquidos fríos, para bajar la temperatura corporal, si además son ricos en potasio como los zumos de frutas o bebidas isotónicas, mucho mejor. Es decir una buena hidratación. Si lo normal es beber de dos a dos litros y medio de líquido al día, en verano se debe de incrementar dicho volumen.
  • Tomar una ducha de agua templada al medio día. Esta medida relaja la musculatura y disminuye la temperatura corporal. Son excelentes los baños en la piscina o en el mar, pero evitando la exposición al sol lo máximo posible. Una exposición prolongada al sol no solo es malo para la piel, si no que aumenta la temperatura corporal y empeora la sensación de cansancio muscular.
  • Un adecuado descanso a media mañana y hacer la siesta, nos va a hacer sentir más despejados y más activos.
  • La alta humedad ambiental es otro factor que puede empeorar el cansancio. Esta impide una sudoración apropiada para bajar la temperatura corporal en los ambientes calurosos. La humedad ambiental es más alta en los lugares de costa. Sobre todo en las horas centrales del día, se debería descansar en lugares frescos (23- 24 ºC) y a ser posible con aire acondicionado, ya que estos aparatos quitan humedad del ambiente.
  • Organizar bien las vacaciones es fundamental para un adecuado disfrute de las mismas. Valorar el sitio a donde vamos a viajar y si el lugar donde vayamos a estar está adaptado a nuestras necesidades, deberemos hablar con el hotel para saber si hay rampas de entrada al hotel o hay escaleras para llegar a las habitaciones, etc..

Con una buena planificación y tomando unas medidas básicas podemos convertir nuestra vacaciones en un momento de disfrute y de relax que mejore nuestra calidad de vida y lograr una buena convivencia con la espasticidad a pesar de las altas temperaturas.

Imagen:  http://comienzohoy.com/07/sol-no-te-dejes-la-piel/

Dr. Antonio Yusta Izquierdo
Neurólogo. Unidad de daño Cerebral
Instituto de Enfermedades Neurológicas de Castilla la Mancha
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