Y queríamos saber el podio de las mejores personas del mundo…Que seguro que las hay pero no vamos a hablar de ellas ¿por qué? Porque la mejor persona del mundo eres tú en relación con los demás.
1. Hablemos de personas…
Volvemos a desterrar falsas creencias ya que nadie es nadie (ni nada) sin los demás. Es algo así como que somos personas porque existen (otras) personas. Dicho de manera diferente: sin otras personas, seríamos cualquier cosa menos personas.
La forma de ser personas, de ser sociales, sociables…en definitiva la forma de darnos forma es a través de relacionarnos con otras personas. Porque el punto de vista biológico resulta insuficiente para justificar que somos personas por un mero concepto natural, biológico o genético. Somos personas no por el hecho de ser sino de ser como somos. Es decir, por una configuración cultural: nuestra forma de ser, nuestros comportamientos, la manera de pensar, las ideas, las creencias, por querer actuar con libertad, por ser consecuentes de las injusticias…por todo ello somos personas, y lo somos por toda la construcción cultural que se va conformando por y con nuestra relación con los demás. Somos personas en la medida que nos reconocen los demás y nos reconocemos a nosotros mismos. Ser persona es el resultado de la convivencia y no una condición biológica que pueda heredarse.
Por eso, tenemos que poner en valor nuestras inquietudes, sentimientos y demás esferas que configuran nuestra inteligencia emocional. Esto es uno de los ejes fundamentales para valorarnos como somos y afrontar los problemas de cómo la gente piensa que somos. Además, estaremos construyendo puentes para unir las personas con la sociedad: vivir en comunidad como ciudadanía de pleno derecho.
2. Hablemos del mundo…
Nuestro mundo necesita de más personas y de menos gente. Las personas hemos tomado conciencia de nuestra situación. Tradicionalmente, las personas con discapacidad han sido consideradas “cuasi personas” o “dis-ciudadanos”. Evidentemente la consideración de la sociedad hacia las personas con discapacidad no es, ni por asomo, real. Estamos en un mundo en cambio. Pero un mundo que cambia según los ritmos y movimientos de las personas. Es nuestra obligación, pero también nuestro derecho, formar parte del cambio que debe darse en el mundo. Tenemos que avanzar en la consideración de persona con discapacidad como algo más que ser por la naturaleza humana. Es el momento de ser persona por construcción cultural y social. Es decir, pasar de ser receptores de caridad, solidaridad, e incluso atenciones profesionalizadas, para pasar a ser sujetos activos, personas que reclaman sus derechos como ciudadanía plena. Sin olvidar que, como el resto de personas, necesitamos de apoyos y de otras personas para garantizar nuestra vida en comunidad.
Esta concepción es el resultado de una convivencia con otras personas. Insisto en lo de otras personas. La realidad de las personas con discapacidad no debe quedarse en una relación exclusiva entre las personas con discapacidad. Pero voy más allá: la realidad de las personas sin discapacidad no debe quedarse en la relación exclusiva entre personas sin discapacidad. Porque el mundo necesita diversidad, y dentro de esa diversidad, necesita la relación entre personas diversas. El significado de la vida que tenemos que vivir tiene que tener sentido en el mundo en el que vivimos. Dicho de otro modo: tenemos que pasar de la vida que tenemos que vivir a la vida que queremos vivir. Esto implica la enorme responsabilidad de ser los principales actores de nuestra propia vida. Y esta responsabilidad es, actualmente, despojada de la mayoría de las personas con discapacidad. Por eso, estamos luchando, trabajando y viviendo: para recuperar lo que nunca se tuvo; que la discapacidad sea una cuestión de derechos humanos.
Porque existir no es, simplemente, estar en el mundo. Existir es crear el mundo en el que queremos estar.
Jesús Muyor Rodríguez
Profesor en el Grado de Trabajo Social de la Universidad de Almería.
Director de Innovación, Comunicación y Desarrollo de FAAM Almería.
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Foto de http://mx.selecciones.com/contenido/a2890_cuanto-disfrutaste-tu-infancia
