foto del autorLa espasticidad es un síntoma que puede aparecer en varias enfermedades que afectan al sistema nervioso central. Se caracteriza por un aumento del tono muscular y por la aparición de contracciones involuntarias (espasmos). En la persona afectada le puede provocar una dificultad en la movilidad, en mantener la postura y el equilibrio, en el cuidado personal, etc ,  traduciéndose en una dificultad para realizar las actividades de la vida diaria y dificultando el reposo nocturno. El grado de discapacidad que provoca es muy variable: desde leve y con poca repercusión clínica hasta intensa y difícil de tratar generando una gran discapacidad. La espasticidad severa que tiene un gran impacto en la persona requieren un enfoque terapéutico distinto, sobre todo cuando no se obtiene una buena respuesta con tratamientos farmacológicos,  rehabilitación y toxina botulínica.   Para estos casos se dispone de un tratamiento con baclofeno intratecal mediante una bomba de infusión.

Bomba para administrar baclofenoLa bomba de baclofeno es un dispositivo de alta tecnología que permite inyectar con precisión el medicamento (baclofeno) dentro de la columna vertebral, en el liquido cefalorraquídeo (LCR). El baclofeno actúa a nivel de la médula espinal y consigue una gran eficacia con dosis bajas, lo que hace que los efectos secundarios sean menores que en su administración por vía oral. La bomba se coloca debajo de la piel (en el tejido subcutáneo) mediante una operación quirúrgica y no representa ninguna limitación para realizar las actividades normales de la vida. Sin embargo, no todos los pacientes con espasticidad importante se van a beneficiar de este tipo de tratamiento, y por tanto siempre es necesario realizar primero un “test de baclofeno”. Este test se realiza con ingreso hospitalario y consiste en administrar el medicamento mediante un catéter de forma similar a como lo haría la bomba, para valorar su eficacia y  descartar posibles efectos no deseados. Si el test resulta positivo (disminución importante de la espasticidad) se procede a colocar la bomba mediante una intervención quirúrgica con anestesia general. En la intervención  primero se introduce en la columna, mediante punción con aguja,  un catéter dentro del espacio por donde circula el LCR (espacio subaracnoideo), a continuación se fija el catéter para que no se desplace y se tuneliza (se pasa por debajo de la piel) hasta la parte anterior del abdomen. En esta zona y mediante una incisión se coloca, dentro del tejido subcutáneo, la bomba a la que se ha conectado previamente el catéter. Antes de colocar la bomba se ha inyectado en su interior el baclofeno con la concentración adecuada para cada caso. Las bombas para administrar baclofeno tienen una capacidad de 20 ml o 40 ml, funcionan de forma automática mediante una batería  y administran la dosis necesaria de baclofeno a lo largo del día y de la noche. Mediante un programador externo  se puede modificar la cantidad de baclofeno que se desea administrar y también la forma de administración: p.e continua:  siempre entra la misma cantidad de baclofeno durante las 24 horas, en bolos:  se administran dosis de breve duración a lo largo de las 24 horas, compleja: combina bolos y infusión continua, etc. Para determinados casos en los que la espasticidad no es constante o bien aparecen espasmos de difícil control, se dispone de un mando con el que el paciente puede administrarse una dosis extra de baclofeno para mejorar la espasticidad o los espasmos. Según el grado de espasticidad y los requerimientos de baclofeno se opta por colocar una bomba de 20ml o de 40 ml. Debido al consumo de   baclofeno con el paso del tiempo es preciso recargar la bomba con más baclofeno.  El tiempo hasta la recarga depende del volumen de la bomba implantada y de la cantidad de baclofeno diaria que se precisa; de todas formas es recomendable hacerlo siempre antes de los 6 meses ya que la estabilidad del medicamento no supera  ese límite.

El tratamiento de la espasticdad mediante  la infusión intratecal de baclofeno es altamente efectivo, consiguiéndose una mejoría importante de la espasticidad y de los espasmos a lo largo del tiempo, a la vez que se mejora el dolor que ésta provoca. Todo ello se traduce en una mejoría  de la calidad de vida de la persona.

Para ampliar más información sobre este tratamiento puede consultar el siguiente enlace

Dr Marcel García Bach
Jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario Mútua de Terrasa