foto autoraEste mes a mi hermana pequeña, Carmen, de 13 años de edad le han diagnosticado un síndrome de los categorizados como “raros”. Ella, su fuerza, su energía y su actitud ante esta nueva realidad me ha hecho pensar. Mi hermana es, sin ninguna duda, una de las personas más fuertes que conozco en este mundo. No obstante, como es normal tiene miedo… En una de nuestras conversaciones intentándole explicar que este síndrome, del que todavía apenas tenemos información, no limitará su vida si ella no lo permite y que lo importante primero es obtener toda la información, para luego saber cómo actuar.

Tras esa conversación de una hora en la que tuve la suerte de que mi hermana confiara en mí y compartiera conmigo sus dudas, me surgió la siguiente idea en la cabeza: “todas las personas, que nos enfrentamos a una situación en la que se ve comprometida nuestra salud siempre podemos actuar”.

¿Sabéis qué es la indefensión o impotencia aprendida? Cuando una persona piensa que no puede hacer nada ante una situación simplemente no lo intenta, incluso cuando hay oportunidades y posibilidades para cambiar esta situación. Pero, ¿Realmente  las personas podemos actuar siempre para cambiar las situaciones? La respuesta es SÍ, SIEMPRE. Seguramente muchas de las personas que lean estas líneas pensarán que estoy equivocada y que lo que escribo es un disparate. Lo cierto es que aunque a veces no podamos cambiar los hechos, siempre podemos cambiar la actitud, y con ese gesto, ya la situación se transforma por completo.

Hay muchos estudios que demuestran que la actitud es decisiva en nuestra salud e incluso en la eficacia de los tratamientos a los que estamos sometidos lo que se conoce como “adherencia al tratamiento”.

Pero ¿qué acciones podemos tomar para mejorar nuestra salud? A continuación, mencionamos algunas de ellas:

 _Procurar reducir la incertidumbre y el malestar que genera con información veraz e integral de la situación con la que vivimos. La información es poder y en cuestiones de salud, la información adecuada en el momento preciso… ¡Cambia tu vida!

_Utilizando esa información podemos tomar decisiones. Posiblemente la decisión más beneficiosa para nuestra salud sea estar comprometidos con nuestra felicidad independientemente de la situación  con la que nos encontremos. Las personas FELICES, no sólo se recupera mejor ante situaciones de enfermedad, sino lo más importante es que disfrutan y se motivan con cada pequeño avance y entran en una espiral “saludable”.

_Contar con apoyo social. Las personas por naturaleza somos sociales. Estar rodeados de gente a la que queremos y que nos quieren nos da la fuerza para enfrentarnos a cualquier situación.

_No dejar que el diagnóstico sea el protagonista de nuestra vida. A menudo, el temido diagnóstico se convierte en el protagonista absoluto de nuestro día a día. Simplemente recordando que nuestros días son “nuestros” y no de la discapacidad, síndrome o enfermedad ya debilitamos a las consecuencias que las acompañan.

_Seguir las recomendaciones médicas, sin dejar de vivir. Nuestra mayor obligación como personas y como pacientes es ser felices. Siempre debemos procurar seguir los consejos de los profesionales que nos tratan pero nunca debemos consentir que seguir esos consejos nos impida vivir.

En definitiva: encontrar siempre motivos por los que sonreír, gente a la que abrazar, proyectos que realizar, ilusiones que cumplir son quizás acciones que están en nuestra mano siempre y que siempre tienen un efecto positivo sobre nuestra salud.

Este post lo escribo para todas las personas que piensan que no pueden hacer nada para cambiar esa situación que les  ha tocado vivir. ¡¡Tú tienes el poder, de vivir tu vida felizmente!!

La autora con su hermana CarmenSi ya tenía claro que la actitud es vital. Carmen y su recuperación me lo ha vuelto a confirmar. Y es que nada debería apagar la luz y las fuerza de nuestra sonrisa.

Con vuestro permiso también quiero dedicar este post a mi hermana, a la que adoro y admiro por su fuerza, su vitalidad, su grandeza y a la que agradezco la luz de su sonrisa porque con ella ilumina toda nuestra vida. ¡Carmen, te quiero PRINCESA!

p.d Y gracias al Dr. Soldado de Sant Joan de Deu, por prestarse tan amablemente a reducir nuestra incertidumbre con su  implicación y profesionalidad.

Claudia Tecglen

Presidenta de Convives con Espasticidad
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