Se entiende por descanso al cese de actividad física y/o mental para la reparación del organismo. La falta de descanso por diversos factores es algo muy habitual en las personas en nuestros días. Un ritmo de vida frenético, la realización de muchas actividades, un trabajo muy exigente y demandante y compatibilizar éste con las tareas del hogar… Son, entre otras, algunas de las causas que nos pueden llevar a no descansar adecuadamente.
¿Pero hasta qué punto es importante el descanso? , ¿Cuáles son sus funciones? , ¿Realizamos un buen descanso? Y sobre todo ¿Cómo conseguir un buen descanso? Son las preguntas a las que vamos a intentar dar respuesta a través de este artículo.
¿Hasta qué punto es importante el descanso? Es vital, para el correcto desarrollo físico y mental de cualquier persona. La ausencia de descanso tiene consecuencias fatales: fatiga muscular, cambios en el estado de ánimo, dificultad de mantener la atención y la concentración, dificultades del aprendizaje y deterioro general de la salud. Este deterioro, en las personas con espasticidad se agrava, ya que la falta de descanso y la fatiga muscular en la gran mayoría de los casos van unidos a un aumento considerable de la espasticidad.
Las funciones del descanso son muchas, entre ellas, destacan:
- Recuperación de energía.
- Producción de anticuerpos.
- Recuperación y cicatrización de tejidos dañados.
- Maduración y desarrollo del sistema nervioso en la infancia.
- Mantenimiento del sistema nervioso en las distintas etapas vitales.
- Aumento de la de la serotonina (la hormona de la felicidad).
¿Cómo podemos saber que realizamos un buen descanso? El nivel de energía es un buen indicador de nuestro descanso. Quizás el paso más importante para gozar de un buen descanso, es tener una buena calidad del sueño.
¿Cómo podemos conseguir un buen descanso?
- Realizar ejercicio físico sobre todo a horas tempranas. La práctica de deportes produce serotonina y otras sustancias en nuestro cerebro que no sólo aumentan nuestro bienestar sino que llegada la hora inducen al sueño. Por el contrario, debemos de abstenernos de realizarlo al menos tres horas antes de ir a dormir, pues a corto plazo tiene un efecto activador.
- Mantener horarios regulares. La rutina ayuda a regularse a nuestros ciclos de sueño/vigilia y nos proporciona un descanso más reparador
- Obligándonos a desconectar de las actividades laborales y estudiantiles. Reservar nuestros espacios de ocio y realizar actividades que nos relajen.
- No consumir bebidas estimulantes: Cafeina, teina… Este tipo de sustancias dificultan mucho el sueño, esta dificultad es aún mayor cuando el día avanza. Resulta más complicado conciliar el sueño si hemos consumido un café o una coca- cola por la noche ¿Verdad? Además en muchos casos estas sustancias pueden llegar a provocarnos un estado de “nerviosimo” que aumente nuestra espasticidad. También se debe evitar el alcohol, ya que aunque suele facilitarnos un estado de somnolencia como efecto rebote hace que el sueño sea menos reparador.
- Procurar que nuestro dormitorio sea cómodo, mantenerlo bien ventilado y a una temperatura agradable (22ºC aprox),
sin ruidos ni luz. Utilice un colchón confortable y, en caso de usar almohada, que ésta no sea muy alta.
- Elegir ropa cómoda y tener una postura correcta. Esto es fundamental tenerlo presente a la hora de irnos a dormir. Hay que mencionar el hecho, que en muchas de las personas que convivimos con la espasticidad el mantener malas posturas puede facilitar la aparición de deformidades óseas. Así que, hay prestarle atención a nuestras posturas.
- Cenar ligero.
Muchas de estas pautas se encuadran en lo que los expertos denominan la “higiene del sueño”, y es que el sueño como hemos mencionado con anterioridad ocupa un aspecto central en nuestro descanso. La espasticidad muscular consume una gran energía y es importante reponerla para poder llevar a cabo una vida activa. Además el descanso aumenta la eficacia de la fisioterapia, nos ayuda a realizar los ejercicios mejor y nos permite fijar los movimientos que aprendemos en nuestro cerebro, aumentando en muchos casos nuestra autonomía personal. De modo que, recordad, ¡Descansar y dormir alivia nuestra espasticidad!
Claudia Tecglen
Presidenta de Convives con Espasticidad
Convives con Espasticidad en Facebook
Convives con Espasticidad en Twitter
